“Se vive mejor cuando se traza un camino,
aquel que lleva al buen vivir en comunidad”
Las comunidades, urbanas o rurales, usan valores como una forma ingeniosa y creativa de sobrevivencia y de aprender a convivir entre los miembros que la conforman. Dichos valores están determinados por la educación, la cultura, y la religión. Por otro lado se reflejan las influencias de los antivalores engendrados en las conductas y actitudes que desafían la seguridad y estabilidad social e institucional.
En términos filosóficos se plantea que “el ser nunca deja de ser”, éste planteamiento nos hace pensar que los valores nunca dejan de ser, que siempre están presentes, por lo tanto existen y existirán. Se apliquen o no, desde el hogar, la escuela, la comunidad; es decir que “no se están perdiendo” como suele uno escuchar en conversaciones familiares y coloquios entre amigos.
Ellos, los valores, existen para generar comportamientos dignos, modelar conductas sociales, y generar rutinas de actividades recreativas, deportivas, sociales, beneficiando la sana convencía del individuo y de la vida cotidiana en la comunidad.
Al evaluar el aspecto social de la vida comunitaria, el rol y la conducta que asumimos en el entorno que nos movemos, aprendemos a reflexionar sobre lo delicado y complejo que resulta dejarnos dirigir por autoridades, pero es hora de que nos hagamos conscientes y partícipes de la importancia de este aspecto, además de saber cómo y cuándo se ve afectada una comunidad que enmarcada en el plano del desarrollo, el equilibrio y la auto-sostenibilidad, busca el bien colectivo y no individual.
De seguro grandes metas se logran, cuando se pretende que en una población, se apliquen reglas y obligaciones, se distinga, se valore, se eduque, se expanda y se organice, provocando acciones buenas y no las malas, con el objetivo de respetar y cuidar al prójimo como lo expresó el propio Jesús en la Santa Biblia.
Me identifico mucho con la frase de la poeta venezolana., Mary Carmen Archoa ¨Solemos hablar de valores, de respeto a nuestros mayores, a la madre tierra, solemos hablar de ser ejemplos de bien y de ser solidarios: Ya no hablemos… Seamos”.
Pudiéramos profundizar en estos valores como ¨ La ruta que lleva al buen vivir en comunidad a los miembros de la misma”, ya que son un conjunto de ideales, principios, convicciones, fundamentos y propuestas que servirán para trazarnos primero a nosotros mismos y luego a los demás el camino del bienestar común que nos ayudarán de manera armónica a educarnos para comprender y apoyar los proyectos que se plantean en una comunidad.
Amarilys Germán de Tejeda, M.A
Catedrática Universitaria:
UAPA,UASD, UTESA, ISFODOSU, PUCCM